Desarrollo de un protocolo para la desinfección y degradación de restos de poda, evitando la quema y reduciendo emisiones de gases de efecto invernadero. Utilización de hidrólisis enzimática para descomponer los restos de cultivos, mejorando la estructura y nutrientes del suelo. Recuperación de nutrientes vegetales y estabilización de minerales para el siguiente cultivo, optimizando la fertilización. Reducción del consumo de agua y fertilizantes químicos mediante la retención de agua en el suelo y una mejor absorción de nutrientes. Bio-higienización del suelo para reducir plagas y enfermedades, mediante la competencia de microorganismos beneficiosos. Elaboración bajo normativa ecológica, compatible con la agricultura orgánica. Utilización de un complejo microbiano para promover la protección de las plantas, facilitar la asimilación de nutrientes y desplazar microorganismos patógenos. Dosificación adecuada para la hidrólisis y compostaje de restos de poda, así como para la fertilización e higienización del suelo. Incorporación de microorganismos beneficiosos como Bacillus licheniformis, Bacillus subtilis y Aeribacillus palidus para inhibir patógenos, descomponer materia orgánica y mejorar la estructura del suelo.